Descubriendo al verdadero Morazán

Don Francisco Morazán Quezada es sin duda uno de los políticos más prominentes que ha dado Honduras.  Contribuyó con la emancipación de los pueblos de Centroamérica  luego del proceso independentista, para ello pretendió abolir el sistema colonial y cambiarlo por una forma de gobierno liberal cuya estructura económica se basara en el capitalismo. Tuvo que luchar contra la oligarquía feudal imperante, los jerarcas de la Iglesia Católica y los ambiciosos intereses del Imperio Británico en esta región, quienes se confabularon para hacerle la vida de cuadritos hasta que, al fin, estas facciones propiciaron y celebraron su  asesinato.

La ciencia nos enseña a ver la Historia, no como el típico cuento entre buenos y malos, sino desde una óptica objetiva e imparcial, hoy velada por el sesgo ideológico a través de textos escolares y la demagogia callejera. Y hablando de esto, hay dos facciones que se destacan por emplear la figura de Morazán para sus fines de dominio, ajenos al ideal de Morazán.

El nacionalismo: Constantemente se emplea su figura para promover una supuesta identidad nacional, que no es otra cosa que el control sistémico de masas a través de una élite. Los auténticos ideales de Morazán no son compatibles con ninguna forma de nacionalismo, todo lo contrario, la propuesta del ideal es la fraternidad entre los pueblos. La imagen nacionalista de Morazán utiliza  mucho por el conservadurismo en nuestro país, para asegurar su influencia en la población.

El socialismo: Producto del nacionalismo la figura de prócer  que reviste a Morazán es casi sagrada. Si bien a los socialistas les resulta imposible sustituirla, para colocar a sus héroes (Marx, Lenin, Stalin, Fidel, Chávez, etc.), esto no ocurre con el pensamiento político que inspiró a Morazán, el liberalismo, al que tanto odian. Ahora se han dado a la tarea de entrecruzar la imagen de Morazán con los ideales socialistas en sus perniciosas manifestaciones callejeras. Esto provoca una falsa identificación con Don Chico que les sirve para sus actividades de propaganda y manipulación.  Pero esto posee una cura: estudiar la vida de Morazán, y para comprender su  anhelo integracionista, es indispensable escrutar el pensamiento liberal que lo influyó.  

Concluyendo:

Aquellos que esputan diatribas contra Morazán en nada contribuyen a una adecuada concepción de nuestro pasado histórico. Pasado que no se construye, sino que se descubre y constata a través del estudio científico. Condenar a los rivales de Morazán en nuestros días también es una estupidez producto de la falta de reflexión, ya que esta actitud panfletaria sirve sólo para alinear a las personas a fines propios de una ideología en concreto, mas no de la verdad.

Sabemos que el liberalismo profesado por Morazán (y su modo de producción) es diferente al que se intenta practicar en nuestro tiempo, sin embargo la base es la misma: Libertad, igualdad y fraternidad. Nada tiene que ver con el nacionalismo y el socialismo. 

El problema con Honduras, según los historiadores,  es que, si bien consiguió su independencia política, jamás pudo emanciparse de aquella cultura colonial, es decir, superarla. Por eso en Honduras existe la incongruencia de un sistema capitalista manejado por una mentalidad feudal. Esto explica el fracaso en la economía y el paternalismo que fomenta la mediocridad a todo nivel. Para abandonar esta idiosincrasia (socialismo estatista incluido), los hondureños debemos, primero, ilustrarnos, mejor si lo hacemos por iniciativa propia. Seguro Morazán quedará agradecido. 

Saludos.