El pasado domingo finalizó la temporada tenística de la ATP con el torneo de maestros, los ocho mejores del ranking se enfrentaron en Londres, la copa fue para el inigualable Roger Federer. Me alegra por este gran jugador Suizo que al principio de la gira Masters 1000 no empezó tan bien que digamos, cayendo en las primeras rondas de algunos torneos. Sin embargo, pudo sobreponerse a la mala racha aunque terminó perdiendo el primer puesto que durante años retuvo.
Federer logró conquistar varios títulos este año, entre los que se encuentra el Abierto de Australia (Grand Slam), Abierto de Cincinnati (Maters 1000), el Abierto de Estocolmo, obtuvo el título del abierto de Basilea haciendo valer su condición de local y, claro, la copa de Maestros.
Pese a la remontada de Federer no cabe duda que el tenista del año fue Rafael Nadal, se agenció los grandes torneos en la superficie de tierra batida (Mónaco, Roma, Madrid) incluyendo el Roland Garros (Grand Slam) y por si fuera poco, en esa misma gira europea gana el tradicional Wimbledon. Pero las victorias del manacorí aún tenían una tarea pendiente: completó el Grand Slam de la carrera tras ganar el Abierto de los Estados Unidos sin muchas dificultades, su devorador apetito por los trofeos quedó saciado con el abierto de Tokio. Creo que Rafa intentó cerrar la temporada con un suculento postre: el torneo de maestros, jugó un gran partido de semifinales con el escocés Andy Murray, esto le restó fuerzas en la final y cayó ante el reivindicado reloj suizo.
Nunca pensé que me interesara otro deporte aparte del fútbol, pero he de reconocer que el tenis lo desbancó. Pequeñas alegrías, entre otras, que hacen posibles atenuar algunas penas y seguir adelante.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario