Desde que el Psicólogo Howard Gardner propusiera su útil y célebre teoría de las inteligencias múltiples, se ha hecho más fácil la comprensión y clasificación de ciertas aptitudes y estilos de aprendizaje propios del ser humano, así como también su aplicación en diferentes campos que van desde el pedagógico hasta el laboral. En un post anterior comenté acerca de la inteligencia general (que para Gardner sería Inteligencia lógica-matemática) y la simpleza en que muchos profesionales que estudian la conducta incurren cuando la encasillan a un fin meramente adaptativo.
Ahora compete describir una inteligencia, en mi opinión, poco valorada en nuestro ámbito pero que sin duda posee gran importancia en la vida particular. Me refiero a la inteligencia intrapersonal.
Se puede definir como la capacidad que posee las personas para discernir eficazmente sus sentimientos, catalogándolos según el grado de preponderancia o influencia en la personalidad, lo que contribuye a la formación de un autoconcepto claro y realista de sí mismos, fuera de engaños, de tal forma que la persona sea capaz de actuar en consecuencia al saber cuales son sus auténticos anhelos.
La inteligencia intrapersonal es un componente de la Inteligencia Emocional ampliamente difundida por el psicólogo Daniel Goleman. También se le aprecia como la contraparte de la Inteligencia interpersonal, la cual nos ayuda a crear efectivos y sanos vínculos sociales gracias al desarrollo de la empatía. Precisamente la diferencia entre ambas inteligencias (Intrapersonal e interpersonal) radica en que la primera se concentra en nosotros mismos y la segunda se extiende a nuestra vida social.
En conclusión, la inteligencia intrapersonal podría demostrar con claridad el nivel de madurez que posee un individuo y su capacidad de introspección.
Si bien en el campo laboral y pedagógico se habla de explotar la inteligencia emocional e interpersonal, no sé hasta dónde han llegado los esfuerzos por integrar en dichos sistemas la inteligencia Intrapersonal, incluso desde el seno de la familia que, sin lugar a dudas, sería un importante punto de partida.
Saludos.
Referencias:
Ahora compete describir una inteligencia, en mi opinión, poco valorada en nuestro ámbito pero que sin duda posee gran importancia en la vida particular. Me refiero a la inteligencia intrapersonal.
Se puede definir como la capacidad que posee las personas para discernir eficazmente sus sentimientos, catalogándolos según el grado de preponderancia o influencia en la personalidad, lo que contribuye a la formación de un autoconcepto claro y realista de sí mismos, fuera de engaños, de tal forma que la persona sea capaz de actuar en consecuencia al saber cuales son sus auténticos anhelos.
La inteligencia intrapersonal es un componente de la Inteligencia Emocional ampliamente difundida por el psicólogo Daniel Goleman. También se le aprecia como la contraparte de la Inteligencia interpersonal, la cual nos ayuda a crear efectivos y sanos vínculos sociales gracias al desarrollo de la empatía. Precisamente la diferencia entre ambas inteligencias (Intrapersonal e interpersonal) radica en que la primera se concentra en nosotros mismos y la segunda se extiende a nuestra vida social.
En conclusión, la inteligencia intrapersonal podría demostrar con claridad el nivel de madurez que posee un individuo y su capacidad de introspección.
Si bien en el campo laboral y pedagógico se habla de explotar la inteligencia emocional e interpersonal, no sé hasta dónde han llegado los esfuerzos por integrar en dichos sistemas la inteligencia Intrapersonal, incluso desde el seno de la familia que, sin lugar a dudas, sería un importante punto de partida.
Saludos.
Referencias:
- Licona Vega, Ana Líliam. Estilos de Aprendizaje.
- Meiler, Merlina: Inteligencia Interpersonal e Inteligencia Intrapersonal.
2 comentarios:
Entiendo tu punto, y concuerdo que debe partir desde el hogar, el esfuerzo para lograr establecer una buena inteligencia intrapersonal.
Pero ¿como? Sería bueno que desde tu experiencia en psicología abordaras posibles opciones para enriquecer tu post.
:) pero me gusta.
Gracias Joha,
Disculpa la tardanza en contestar.
Una buena manera, pienso, de estimular esta capacidad desde la familia, puede ser que los padres indiquen al niño sus reacciones emocionales ante ciertos eventos, y cómo éstas les afectan. Claro, recordemos que son niños y no les puede exigir un nivel de cognición elevado.
Saludos.
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