No voy a decir habemus papam como lo intitulan muchos escritores en la blogosfera; en primer lugar porque el término no va con mis pretensiones, ya que los políticos no son santos de mi devoción; segundo, porque considero que consagrar a un representante del cualquier gremio político como administrador de los bienes estatales, en esencia, no es garantía absoluta de progreso y bienestar individual.
Desde principios de año me alegró que personas como Hilary Clinton hayan quedado fuera de los principales comicios electorales en USA; pero, antes de que alguien me tilde de falócrata machista con malignas inclinaciones misóginas, debo recordar que la democracia tiene como propósito la alternancia del poder, esto evita el continuismo de una elite que podría derivar en dictadura, sea esta muy reconocida como el caso de Cuba, o parecida a la que existió por décadas en México, aún con voto incluido.
Fueron veinte años intercalados para las familias Clinton y Bush en el trono. Es más que suficiente; en Gringolandia hay otros apellidos que tienen el derecho de ostentarlo.
Tampoco podemos rebajar los asuntos políticos, que son muy complejos, a una mera deliberación racial, sexual o étnica. Creo que los gringos se tomaron su tiempo y reflexionaron más allá de tales tópicos, que casi siempre son empleados por grupos de pseudomártires para ir ganando simpatía e influencia sobre las masas.
El primero que evitó esta insulsa metodología fue el mismo Barak Obama, centrándose en cuestionar la política de los republicanos y proponiendo otras alternativas en su campaña proselitista. Si bien el tema racial se cuela por obvias razones, no cayó en el absurdo de invertir su tiempo más allá de lo necesario en tal tema, caso que no ocurrió en muchos medio de comunicación.
El discurso de Obama como presidente electo fue muy bueno, pero me pareció mucho mejor la declaración de su contrincante republicano aceptando la derrota y reconociendo los méritos del ganador. En John McCain quedó demostrada la madurez política proveniente de una nación que, desde su inicio como tal, no ha interrumpido el paso de la democracia que con el tiempo se refuerza. Ya quisiéramos los hondureños tener algo así. Otro gallo nos cantara. Pero si los imitamos, corremos el riesgo de que se nos tache de pitiyanquis.
Obama tiene mucho por hacer y deshacer. En Latinoamérica le espera una notable labor. Eso sí, este señor no conoce de izquierdas populistas, así que muchos se equivocan al pensar que les lloverán flores primaverales desde el Norte. Los políticos gringos no perdonan a sus enemigos. En eso sí que son muy unidos y casi siempre letales.
Saludos.
Desde principios de año me alegró que personas como Hilary Clinton hayan quedado fuera de los principales comicios electorales en USA; pero, antes de que alguien me tilde de falócrata machista con malignas inclinaciones misóginas, debo recordar que la democracia tiene como propósito la alternancia del poder, esto evita el continuismo de una elite que podría derivar en dictadura, sea esta muy reconocida como el caso de Cuba, o parecida a la que existió por décadas en México, aún con voto incluido.
Fueron veinte años intercalados para las familias Clinton y Bush en el trono. Es más que suficiente; en Gringolandia hay otros apellidos que tienen el derecho de ostentarlo.
Tampoco podemos rebajar los asuntos políticos, que son muy complejos, a una mera deliberación racial, sexual o étnica. Creo que los gringos se tomaron su tiempo y reflexionaron más allá de tales tópicos, que casi siempre son empleados por grupos de pseudomártires para ir ganando simpatía e influencia sobre las masas.
El primero que evitó esta insulsa metodología fue el mismo Barak Obama, centrándose en cuestionar la política de los republicanos y proponiendo otras alternativas en su campaña proselitista. Si bien el tema racial se cuela por obvias razones, no cayó en el absurdo de invertir su tiempo más allá de lo necesario en tal tema, caso que no ocurrió en muchos medio de comunicación.
El discurso de Obama como presidente electo fue muy bueno, pero me pareció mucho mejor la declaración de su contrincante republicano aceptando la derrota y reconociendo los méritos del ganador. En John McCain quedó demostrada la madurez política proveniente de una nación que, desde su inicio como tal, no ha interrumpido el paso de la democracia que con el tiempo se refuerza. Ya quisiéramos los hondureños tener algo así. Otro gallo nos cantara. Pero si los imitamos, corremos el riesgo de que se nos tache de pitiyanquis.
Obama tiene mucho por hacer y deshacer. En Latinoamérica le espera una notable labor. Eso sí, este señor no conoce de izquierdas populistas, así que muchos se equivocan al pensar que les lloverán flores primaverales desde el Norte. Los políticos gringos no perdonan a sus enemigos. En eso sí que son muy unidos y casi siempre letales.
Saludos.
4 comentarios:
Aparte de las fobias y filias personales, USA en sus relaciones internacionales suele ser monocorde y es asunto que manejan los que siempre viven en la Casa Blanca, que no son ni Obama ni Bush.
!Ohh Bama!, No se que espera la gente de este Sr., ¿Será que los Norteamericanos ven el panorama muy negro?. Sin duda tiene mucho trabajo, no obstante no espero nada especial de los gringos y creo que los gringos tampoco pueden esperan nada de Zp. !En fin, politíca!. Lo cierto es que todo el mundo los critíca y luego los EE.UU centran completamente la atención de los medios. ¿Porque será?. ¿Para criticar luego mejor?. Saludos Amigo.
Tanto tiempo. Creí que no habías vuelto a escribir. Estuve donde Martha y te vi.
Qué bueno que regresaste.
mmm bueno diferimos en esto. No echo en falta ningún gobierno yanqui, ni lo quiero para mi país. Los pueblos latinoamericanos necesitamos fundar nnuestras propias concepciones políticas.
Saludos, David!
More Baker:
Tiene Razón, necesitamos fundar nuevas ideas. Pero ya ve usted, aquí en latinoamérica hay líderes que desean aplicar concepciones políticas obsoletas que ya los Europeos dejaron por fuera.
La proclama populista de libertad de mi presidente, no me la trago.
Saludos.
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