El presunto efecto Mozart, una hipotética alusión de la influencia que puede ejercer la música de éste extraordinario compositor en la psique humana, no puede pasar inadvertido sea comprobado o no como tal. La arquitectura sonora es sustentada por una simetría divina que sólo un estudioso en la materia podría descifrar. Al resto de los mortales nos queda el deleite musical de apariencia fugaz. El efecto propicia una inusitada energía que libera la mente vagabunda ahorcada en el exilio de la materia.
El Requiem de Mozart, obra mortuoria que intensifica el alma, despierta nuestro oído de un sueño aprensivo y extraño, casi siempre condicionado por goces a veces pueriles, a veces superficiales.
El Requiem de Mozart, obra mortuoria que intensifica el alma, despierta nuestro oído de un sueño aprensivo y extraño, casi siempre condicionado por goces a veces pueriles, a veces superficiales.
|
Mozart, matemática emotiva pura
Saludos
1 comentario:
Será mejor que no demuestren el efecto, porque entonces seguro que encuentran el gen que lo produce y a partir de ahí, agárrate.
Publicar un comentario