jueves, julio 26, 2007

Así como es el sapo, así será la pedrada

El Cardenal Rodríguez arremete de forma directa en contra de Hugo Chávez y sus intenciones políticas en Venezuela. Luego Chávez le responde llamándolo ¿Loro del Imperio? No era para menos, ya sabemos que a Fidelito le encanta insultar a todo aquel que se oponga o critique sus determinaciones como gobernante. Al presidente de Venezuela no le gusta que se metan en sus asuntos, pero le encanta inmiscuirse en los ajenos. Así de campechano es. Por eso creo que Rodríguez ya la venía venir, sencillamente puso bien claro la postura vaticana con respecto a este y otros sucesos.

Seguramente Fidelito no se enteró que Mon Cardenal también criticó algunas posturas y medidas neoliberales en Latinoamérica, aunque esto parezca algo contradictorio pues, al menos en Honduras, creo, no ha existido suficiente libertad como para desarrollarse. Culpar al neoliberalismo sólo porque unos gobiernos adoptaron ciertas políticas y medidas administrativas-ennegrecidas por la corrupción, hay remarcar- no quiere decir que vivamos en una situación económica producto del neoliberalismo precisamente.

Quedan validadas las ideas de Enrique Ortéz Colindrez:

"En política internacional el que no está con usted está contra usted"


Así funciona la política Don Mel. Acuérdese. Chávez lo sabe y por eso anda por ahí exhibiendo una inusitada paranoia, llamando imperialista a todo aquel que le hinche los cojones.


Quien tiene la situación aguda, por cuestiones de imagen, es el partido libertino, pues la embestida acertada del Cardenal podría rendir sus frutos, creando desconfianza en la ciudadanía con respecto a las relaciones que tienen Mel y sus amigos con el gobierno Chavista de Chávez. También leí en La Tribuna una entrevista hecha a Patricia Rodas con respeto a esta situación, donde intenta tapar el macho, pues sus declaraciones me parecen poco convincentes.

Un fragmento de su respuesta a la pregunta ¿Inquietan las Relaciones con Chávez y Ortega? dice:

"Se inquietan aquellos que quieren vivir en la inquietud, porque no tienen ninguna propuesta para nuestro pueblo, los que han permitido que exista pobreza, que crezca la inseguridad y que la corrupción gobierne sobre las conciencias de políticos y malos patriotas que han llegado a gobernar…"

Si, es evidente, pero a la señora Rodas se le olvida que, en los últimos veinticinco años, el partido que más ha gobernado el país es el suyo, por tanto, éste tiene mayor responsabilidad con respecto a la situaciones que ella expone. Si quiso de alguna manera acusar a los nacionalistas, creo que se queda corta, pues entre ambos partidos compiten por ver quién es el que más abusa –jode- del pueblo hondureño.

Otra declaración dice:

“En cuanto a nosotros creemos que ningún presidente extranjero debe ser denigrado, difamado, mucho menos insultado por ningún ciudadano de otros países, creemos en la independencia, autodeterminación de los pueblos y en gobiernos que son libremente electos.”


El principio de esta frase me parece poco liberal, pues es una forma asolapada de decir que no tenemos derecho a hablar lo que queramos. Incluido el Cardenal. No es muy conveniente difamar o insultar a un gobernante, me parece más adecuado. Aún así, concuerdo, en parte, con la señora Rodas. Lo que no se explica es cómo pueden congeniar o apoyar a un individuo que insulta y difama a otros colegas suyos y demás retractores. Al parecer, en Latinoamérica Chávez es el único con derecho a decir lo que se le venga en gana de quien quiera, los demás no.

Sólo en Honduras puede verse a “liberales” congeniar con socialistas, cuando ambas posturas, liberalismo y socialismo, son incompatibles entre sí. ¡Quítense de una buena vez el antifaz, señores(as)!.

Saludos.

Bibliografía: La Tribuna, Jueves, 26 de julio de 2007, pg 12.

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