sábado, octubre 29, 2005

De la teoría a la práctica


Cada día me convencen más de las enseñanzas básicas del viejo Freud, veo en su teoría, en forma concluyente, que la niñez es quizá la etapa de mayor importancia en nuestras vidas, pues de aquellas primeras experiencias dependerá nuestro futuro como personas.

Freud, pilar para la psicología moderna, estableció varias etapas en el desarrollo de la personalidad, las cuales han sido profundizadas por sus discípulos fieles, guardianes de la ortodoxia psicoanalítica, y ampliadas o reinterpretadas por sus discípulos luciferinos, a los cuales no dudó en expulsar de su controvertido paraíso sexual.

No es de extrañar que en estos primeros años, donde se asientan las bases de nuestra personalidad, es, precisamente, cuando somos más vulnerables y maleables, todo gracias a esa capacidad de adaptación que poseemos, la cual evita hasta donde sea posible una conducta regida totalmente por la herencia genética.

Para muchas personas sería difícil aceptar que sus comportamientos, gustos, tendencias, inclinaciones sexuales y crisis psicológicas tengan su raíz en aquellos primeros días; que todos nuestros esquemas cognitivos dependan más de una pulsión instintiva que racional, a la cual hay que estar reprimiendo constantemente.

Alejándonos un poco del psicoanálisis, vemos que nuestras crisis internas provienen de un conflicto entre aquellos años pasados, no necesariamente inconscientes, y los ajetreos de nuestra vida actual. Sin embargo la psicología moderna no siempre logra adaptarse al medio donde se practica y las prontas necesidades de muchas personas, especialmente en Latinoamérica, donde una gran variedad de patologías surgen a causa de la pobreza, falta de formación y carencia afectiva.

Una prolongada terapia; un costoso tratamiento farmacológico con los mejores medicamentos para la depresión, son, por dar un ejemplo, cosas que están fuera del alcance de las personas de escasos recursos, los cuales padecen un sin fin de problemas psicológicos que, de no ser tratados de una forma más práctica, podría poner en riego la vida de la persona que padece dichos problemas y amenazar la salud mental de quienes conviven con ellos.

Por tales razones debe surgir una psicología que se acople a este tipo de situaciones, desde el punto de vista científico por supuesto, apoyada en un enfoque teórico que dé los lineamientos básicos para enfrenar los problemas psicológicos de nuestras empobrecidas sociedades latinoamericanas. Porque de la teoría a la practica hay un gran trecho que salvar.

La psicología y filosofía moderna está basada principalmente en la cultura de las sociedades europeas y en la norteamericana (occidental), fijadas principalmente en el mudo interno de las personas, cuya expansión hacia el exterior hace que la gente adapte el ambiente a sus propias necesidades; por otro lado, la psicología y filosofía del mundo oriental parece estar preocupada por adaptar al ser humano a su entorno natural en un equilibrio universal.

En nuestro caso hace falta, considero yo, apoyar una psicología que se adapte a la naturaleza de los problemas psicosociales que aquí se presentan, con todas las peculiaridades del caso, ya que no necesariamente la fórmula que sirva para ayudar a un estadounidense logre solventar del todo el conflicto de un hondureño; o lo que podría considerarse una verdadera crisis para un suizo no sea un problema tan difícil de superar para un colombiano. Será necesario formular técnicas efectivas y eficaces a favor de las personas que se atienden. En otras palabras, una psicología como respuesta a las afecciones psicológicas más frecuentes en nuestro medio y que comprenda la situación del mundo latinoamericano.

Finalizando, quizá la forma de explorar esa niñez y sus conflictos vista desde el punto de vista de una teoría muy compleja y ambigua, no sea precisamente la mejor opción para tratar los problemas psicológicos o conflictos internos de gran parte del populoso conglomerado al cual me he referido. Claro, esta es sólo mi opinión.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Lamentablemente en nuestra Sociedad Hondureña, la mayoria de personas se deja influenciar por Culturas y agentes externos que solamente fortalecen los estereotipos hoolywoodenses.. crean paradigmas y estructuras de pensamiento que suelen catalogar a las personas de manera erronea, vana y sin sentido, sin tomarse algo de tiempo para la verificacion valida de una persona y no por un estereotipo.

Lamentablemente la TV. como es un medio bueno de comunicacion es la alternativa perfecta para fomentar actitudes y no aptitudes. buenas en las personas.

Catrachos !!!! Saquemos a Honduras adelante !

www.ktrachos.net

Irina Orellana dijo...

Creo que lo que tu planteas no es sólo aplicable a la Psicología y Filosofía, sino que también a otras áreas de nuestro entorno, especialmente el social (costumbres, tradiciones, pasatiempos, cultura general, buenos hábitos, etc.)

Desgraciadamente la mayoría de Hondureños promedio de clase media para arriba, o a veces de menor clase, desean pensar como gringos o como mexicanos (con tantas novelas de ese país)...y ahora con el reguetón hasta les gusta sentirse boricuas o neoyoricans. A veces los menos catrachos los encontramos en nuestro país. No sería mala idea buscar alternativas para desarrollar tratamientos particulares para Hondureños. Definitivamente nuestra realidad y nuestras "crisis" son diferentes a las de alguien en un país desarrollado.

Luis Amézaga dijo...

Un placer leyendo al maestro.

Lo que somos (genética entre otras cosas), las primeras influencias en una cinta virgen que es la niñez, y las circunstancias. Tú pones el acento en esas circunstancias, apelas a la diferencia de los individuos por sus condiciones de vida, cultura y economía. Es posible que tengas razón, pero con el timepo voy acercándome más a la teoría de que aquello que nos diferencia, es accesorio e intrascendente. En cualquier caso, una mente estudiándose a sí misma (característica única del ser humano) no me da muchas garantías de credibilidad.

David Morán dijo...

Amigos, gracias por leer este pequeño ensayo, veo que existen algunas fallas de redacción en alguna que otra idea, pero noto, al menos por ahora, que han captado la idea.

Dennis e Irina, sabemos que en nuestro país queda mucho por hacer, sostengo que los hondureños debemos adaptar los aportes técnicos y administrativos que llegan de afuera a nuestro entorno cultural y, como lo han señalizado, proteger nuestra identidad. Algo que hemos descuidado mucho.

Amigo Mickel: Yo también creo que nuestras diferencias son pasajeras, con el tiempo van cambiando, nosotros luchamos por conservarlas hasta donde nos sea posible, o las modificamos según el paso evolutivo de nuestras sociedades, un proceso que requiere tiempo y paciencia, al fin, el resultado es muy similar al anterior, nuevas diferencias y variedades culturales. La credibilidad de una técnica o disciplina científica ( en el campo de la psicología) depende de la efectividad que tenga sobre las personas que se asisten, tratan u orientan. Porque cada técnica debe ser confiable y válida, y demostrarlo con hechos cuantificables y concretos. Por eso digo que de la teoría a la práctica hay mucho que saltar. En esa lucha vamos y seguiremos siempre. Es la única garantía que tenemos.

Espero poder ampliar esta idea más adelante, saludos.