A continuación expondré mis
opiniones sobre el pasado proceso electoral, ahora que trascurrido los días
que sirven para observar, hacer análisis y, por supuesto, lamentarse de lo mal
que vamos en este país de 5 estrellas.
Primero que nada, es triste saber
que las facciones políticas de tendencias más extremadas y rígidas sean las que
salieron favorecidas con los votos. De ser auténtico el resultado, ya tenemos
garantizada una confrontación sumamente agresiva entre el conservadurismo más rancio
y el deplorable socialismo; ambos con el común denominador del autoritarismo,
lo peor que le puede ocurrir a una república libre.
Comencemos pues con el ganador.
JOH:
Demostró ser un político astuto,
que supo inocular miedo al elector poniéndole de frente a un demonio supuestamente
peor que él: me refiero al Partido Libre; haciendo que muchos olvidaran la mala
gestión de Pepe Lobo, donde no se pudo cumplir ni siquiera con la principal
promesa de campaña: la seguridad ciudadana. Las mejores herramientas de JOH fueron la demagogia, desinformación, una
desproporcionada campaña publicitaria y la compra de voluntades en forma de
bonos y esas cosas. Su consigna de “Haré lo que tenga que hacer …”, ya lo
cataloga como un discípulo del propio Maquiavelo. Lo peor del caso es que tiene su victoria
blindada, pues, desde hace tiempo trabajó para ello. Domina el gobierno central,
el poder judicial, el Tribunal Supremo Electoral y la Fiscalía, imponiendo su
voluntad al margen de la ley. No olvidemos el golpe que le pegó a la CSJ.
Doña Xiomara:
De esta pobre mujer no voy a
decir nada relevante, pues la considero un simple títere de su esposo y los secuaces
que le montaron este garito. Libre no es más que una díscola secta del partido
Liberal, inspirada en el monstruoso híbrido político puesto en práctica por
Hugo Chávez; una combinación entre populismo (alabanza demagógica al pueblo), el
deplorable resultado del socialismo económico (escases de bienes en el mercado)
y el propio fascismo (estructura de orden y control paramilitar). Los socialistas,
en su gran mayoría, aborrecen la libertad individual, pero se aprovechan de los
sistemas democráticos inspirados en el liberalismo para acceder al poder; y si
estos no le favorecen, recurren a su tradicional violencia de masas y odio burgués;
a pesar de que este partido esta comandado por empresarios adinerados. Qué
ironía. Para tapar este escollo que delata su incongruencia ideológica, recurren
a cualquier mártir (indispensable, por cierto) producido por “el proletariado”,
y no dudaron en andar exhibiendo su cadáver frente a los medios de comunicación
que les son afines. Cínico son al reclamar fraude cuando el mismo Zelaya dijo
que por este mismo método llegó a ser presidente. En mi opinión “Libre” no será
más que un catalizador de la inestabilidad política, un freno al desarrollo
económico moderno y la paz social. Como si no tuviéramos suficiente con el
crimen organizado.
Mauricio Villeda.
Si hay un auténtico perdedor en
esta contienda, no dudo en decir que fue el Partido Liberal. Perdió casi toda su influencia política. El candidato
colorado tiene una responsabilidad que asumir en esta humillante derrota. Su
proselitismo del buen samaritano, en conjunción con su liderazgo cooperativo,
no es algo que sea valorado en una
sociedad cuya cultura está acostumbrada a idolatrar el caudillismo retrógrado
de aquel que vocifere cualquier barbaridad en detrimento de su enemigo. Creo
que a don Mauricio le faltó ser más agresivo con sus contendores, sin caer en
la difamación o el descrédito vulgar. Pero el partido Liberal puede sacar algo
positivo de todo esto. Se podría decir que, al perder tanto adepto resentido
que se marchó a Libre, quedó un poco depurado de tanta corrupción interna. A
don Mauricio se le olvidó que estaba tratando con chacales y creyó que con una
imagen de honradez como pilar de campaña era suficiente para convencer al
electorado. No, pues la historia demuestra que en política hay que saber
manejar con inteligencia la hostilidad.
Salvador Nasralla.
La prepotencia y popularidad de Nasralla no le
bastó para ganar las elecciones. Aunque debemos reconocerle que supo robarle
votos, tanto a nacionalistas como a liberales, a favor de Libre. Su partido contribuyó
a romper el bipartidismo y consiguió algunas estimables cuotas de poder. El PAC
será el peso político que podría inclinar la balanza a favor o en contra de los
partidos mayoritarios en el Congreso Nacional. Vergüenza les debería dar al
PINU, DC y UD que un aficionado a la política como Nasralla, en su primera
incursión electoral, les haya superado en todo sentido.
El PINU y sus tonterías.
La “diputada bailarina” Doris Gutiérrez,
ha demostrado ser una oportunista de primera clase. Primero formó parte de la
UD, después de la crisis del 2009, supo deshacerse de la filiación nociva de
este improductivo grupo político al cual le debemos las sandeces de Marvin
Ponce; se hizo candidata independiente a la alcaldía, consiguiendo así ser
regidora. Ahora se metió al PINU y para colmo de males sacan más votos que el
propio German Leitzelar, la mejor carta de este grupo y un gran contribuyente en
el Congreso, por sus conocimientos en derecho y participación activa. Es una
pena.
El resto de partidos
Los candidatos que ni siquiera
llegaron al 1% lo único que hicieron en estas elecciones fue estorbar, y con su
falta de representatividad en las urnas, podrían haber facilitado un posible fraude
perpetrado por el partido de gobierno, que, debido a tal ausencia, se quedó con
sus credenciales haciéndose pasar por ellos. Si hay irregularidades
significativas en el proceso, se lo debemos, con toda seguridad, a estos
pequeños tumores políticos, y uno que otro corrupto que vendió la democracia de
su país por unos cuantos Lempiras.
Conclusión.
Creo que para conservar la
estabilidad política, es conveniente aceptar los resultados de las pasadas
elecciones; a menos que se tengan pruebas
suficientes para impugnar el proceso, como corresponde. Cualquier otra vía es
despotismo. No hay que bajar la guardia y seguir en franca oposición contra
aquellos que intentan beneficiarse a costa del resto, porque la corrupción no
puede perdurar para siempre en Honduras. Algún día, con plena fe digo esto,
saldrá del subdesarrollo.
Saludos.
2 comentarios:
La popularidad de Libre se debe a que muchos ciudadanos condenaron lo que consideraron un golpe de Estado, a pesar de la campaña de los medios de comunicación tradicionales que querían convencer de lo contrario.
Los que fraguaron el golpe talvés creyeron que el bipartidismo iba a continuar como siempre, pero hoy vemos que estaban equivocados.
El discurso de Libre estuvo bastante moderado, no me parece justo acusarlos de ser radicales. Un gobierno de izquierda inteligente podría ser mejor que uno de una derecha corrupta, como lo aceptó Adolfo Facusé. Sin embargo, la simpatía de Libre con lo peor de la izquierda no me genera confianza.
No he podido confirmar esa supuesta confesión de Mel Zelaya admitiendo que ganó con fraude en el 2005. Esto lo habría admitido en una entrevista con Eduardo Maldonado, pero si escuchas bien la entrevista oirás que nunca dicen lo que le atribuyen que dijo.
A Mauricio Villeda le afectó el haber apoyado el golpe de Estado. El Partido Liberal salió profundamente dividido de esa alteración del orden constitucional.
Los partidos pequeños quedaron al desnudo al ser derrotados por fuerzas políticas nuevas. El bipartidismo que se creía invencible en Honduras ha llegado a su fin.
Las acusaciones de fraude son fuertes, y las instituciones del Estado no tienen la credibilidad suficiente para contrarrestarlas. Se avizora un futuro de más confrontación entre la izquierda y la derecha.
Hola Ardegas, hasta ahora miro este comentario; qué barbaridad la mía, disculpa. Pero gracias por hacerlo.
En cuanto a tu primer punto, diré que esa parte del Partido Liberal que pasó a Libre fue convencida (y creo, hasta comprada) por países y medios periodísticos afines a las ideas de izquierda. Aquí parece que todos fuimos presa de un relativismo ideológico para juzgar la crisis del 2009.
En cuanto al bipartidismo; creo que más bien JOH no se equivocó, siempre puso a Libre (Resistencia) como principal rival político. No le creía, pero ahora me tengo que tragar mis opiniones. Los nacionalistas predijeron (por no decir, planificaron) esto con mucha antelación, aprovechando la crisis del 2009 para debilitar a su tradicional adversario. Y lo consiguieron, precisamente, dividiéndolo, porque el Partido Liberal no tiene una doctrina concreta para sus seguidores.
El discurso de Libre es moderado porque emplea la demagogia. En cuanto a tu recelo con las alianzas de Libre eso me recuerda el refrán: “Mira con quién andas y te diré quién eres”.
Según lo que entiendo por el video de la entrevista (con Esdras Amado López), Mel no sólo responsabiliza a su partido de hacer fraude, sino que considera todo el sistema democrático de Honduras fraudulento, del cual, él es parte y nadie metido en ese mundo tiene la moral para condenarlo. Hay que leer entre líneas.
http://www.youtube.com/watch?v=y1kHCbLYJN4
En lo concerniente a Mauricio Villeda y la situación de los viejos partidos pequeños estoy de acuerdo contigo.
Finalmente, en vista de la publicación de tu comentario, se podría decir que has vaticinado muy bien el futuro con respecto a las confrontaciones políticas, pues se han recrudecido. Ya lo vemos en el Congreso.
Un saludo.
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