De puertas abiertas

"Para Mauricio Villeda El Gobierno de Manuel Zelaya no fue liberal."

Es cierto, no fue liberal (políticamente hablando) pero sí del Partido Liberal.

Algunos confunden la palabra liberal y la relativizan con una destreza que da miedo. En estos tiempos es sencillo tergiversar una expresión de tan alto valor. Y muchos déspotas comienzan a ofrecer libertad a sus pueblos antes de someterles a la tiranía, aun cuando emplean instrumentos democráticos para subir al Poder, que no garantizan el  progreso, sino la toma de decisiones. 

El liberalismo, aunque promueve la libertad individual, sigue siendo una ideología política con principios básicos que no pueden trastocarse o hacer mixtura con ideologías antagónicas, pues sólo obtendremos, como decía, creo,  Matías Funes: una “patastera ideológica”, un híbrido irracional. Es cierto que existen muchas vertientes dentro del liberalismo (anarco-capitalismo, Gobierno Limitado, Minarquismo, etc)  Pero si de algo estoy seguro es que no es una socialdemocracia, como parece serlo el Partido Liberal hondureño. Ni mucho menos socialismo, o ese disparatado oxímoron “liberal-socialista” que se invento Patricia Rodas para intentar engañarnos. 

El Partido Liberal debería aceptar su responsabilidad por lo ocurrido en 2009, pese al abrupto virage traicionero hecho por el gobierno de Zelaya. Esto se debe, como dice el pequeño reportaje, a su política de “puertas abiertas”. Es decir, meter gente de donde sea. Por esa razón se les filtraron personas con ideologías contrarias (socialistas) a sus principios doctrinales, que les robaron el timón del barco y lo hundieron en la vorágine más profunda. Los líderes del partido liberal, simplemente, no pudieron controlar a estos amotinadores con ínfulas totalitarias a tiempo, por temor a perder las elecciones. Y la solución, al fin, brusca, fue impuesta por los militares. Esa es mi opinión. 

Ahora, es verdad que los nacionalistas, al parecer, quieren hacer lo mismo este año electoral; porque es bien sabido en nuestro país que Pepe no es de derechas; pero, ya con poder, se  ha “salido del closet”, el caso de Petrocaribe es un claro ejemplo. A ver  si sus correligionarios lo pueden corregir y a Pepe no le de por hacer más disparates, o volveremos a repetir esa triste historia del 2009. Ojalá no sea así.

Saludos.