miércoles, agosto 25, 2010

Los hondureños estamos siendo embestidos por el fanatismo ideológico de izquierda

....de eso no me cabe la menor duda. Ciertas organizaciones, las cuales incluyen al magisterio, posees ya un buen número de adeptos que siguen con mucha ceguera y una buena dosis de recalcitrante dogmatismo las reaccionarias consignas de sus líderes, quienes se rigen bajo lo que parece ser el principio de autoridad con respecto a sus formas de pensamiento. Aquellos que pretendan contradecir sus ideales, argumentaciones falaces y demagógicas corren el riesgo, incluso, de ser vapuleados. Ciertamente estos grupos no están abiertos al diálogo, a la razón y el entendimiento mutuo, sino a la extorción social, la violencia y el desacato a la ley con tal conseguir sus metas. Pero esto no es extraño, viniendo de una caterva de forajidos que pretenden desconocer, cuando les conviene, la Constitución de la República y demás leyes, encaminándose por la maliciosa intención de refundar una Honduras enclaustrada exclusivamente bajo sus designios ideológicos, lo cual es una evidente forma de tiranía, pero por el otro lado, reconocen la ley cuando se trata de defender los derechos que se han ganado en parte gracias al malogrado favoritismo político.

Todo sabemos que, tras las exigencias de sus derechos y pugnas por aumentos salariales, viene detrás la intención de desestabilizar al país, dañar su economía y hacer valer, por encima de cualquier cosa, su menú de idearios que los motivan sustituir la actual forma de gobierno. La crisis política del 2009 no es más que el inicio de una lucha contra los cabecillas de estos grupos que han olvidado la auténtica finalidad y ética de sus profesiones ante un pueblo que termina pagando sus salarios, trabajen por la educación de los estudiantes o no, convirtiendo a las organizaciones que representan en auténticas mafias institucionalizadas que han subvertido los fines que originalmente posee por repudiables muestras de acción proselitista.

La desmesurada bravura que no respeta el derecho ajeno, la falta una actitud constructiva ante el diálogo, su marcada intolerancia a cualquier crítica y la obediencia irracional, carente de principios y valores, son algunas conductas perniciosas que estos líderes han logrado inculcar en sus seguidores, convirtiendo a muchos de ellos en fanáticos que están dispuestos a los que sea con tal conseguir sus objetivos. Sin embargo, el actual gobierno del cual ellos son parte, les ha plantado cara, pese a la sobrada dejadez que en meses anteriores exhibió el actual Presidente de la República.

El Gobierno Central y sus empleados públicos seguirán midiéndose el pulso a expensas de la educación de niños y adolescentes, tan necesitados de instrucción académica.

Saludos.

3 comentarios:

Irina Orellana dijo...

Estimado David: Muy bien resumida la realidad de esta situación. Habrán algunos que no estén de acuerdo contigo. En lo personal yo sí concuerdo con tu punto de vista. Me ha gustado mucho el término de "mafias" para estos grupos, sindicatos o gremios, que hacen creer a la gente que sus luchas son válidas, justas y enmarcadas en la ley, a costa del sacrificio de las mayorías y del daño a la propiedad y presupuesto de otros (como ser las largas filas de tráfico que hemos tenido que sufrir a causa de sus múltiples tomas de calles).
Cuando los dirigentes de estas mafias demuestren con su actuar, trabajo y valores, que realmente desean el bien común para nuestra Honduras, empezarán a ganarse el respeto de las mayorías. Mientras tanto, sólo se han hecho merecedores del desprecio e irrespeto de los que no contamos con la protección de ningún estatuto, pagamos impuestos y trabajamos al menos 8 horas diarias.

Anónimo dijo...

embestidos

David Morán dijo...

Gracias, corrijo el error ortográfico.