domingo, junio 27, 2010

Emocionantes clásicos europeo y americano en Sudáfrica

Estoy contagiado de “mundialistis”. Es mejor eso que el dengue.

Ya estamos en octavos… de final, así que actualizo los comentarios:

Uruguay-Corea del Sur: Muy peleado por ambas partes ¿será Uruguay tricampeón en Sudáfrica o… mejor, esperará el próximo mundial para repetir la proeza de 1950? Veremos.

EEUU-Ghana: Ese Bill Clinton padeciendo del corazón y cómo busca problemas a su salud el hombre, viendo estresantes partidos de soccer. Lo peor ¡En compañía de Mick Jagger! vaya gavilla las que tiene el ex-presidente. No me imagino a dónde hubieran ido a celebrar esos dos pachangueros con otra victoria de Gringolandia. Lo que pasa cuando Hilary suelta un poco la correa. Buena participación de los gringos, mientras, Ghana responderá por el resto del África incompetente.

Alemania-Inglaterra: Gracias a sus dos polacos y un turco Alemania ganó con gran ventaja su partido, venciendo cualquier indicio de nacionalismo racial. No hay sabiduría vetusta que valga frente a -léase bien- "la exuberancia de la juventud". Que poético es el D.T. alemán. Ahora los teutones se vestirán con la piel del león cazado para enfrentar a Argentina. Ojalá y no se desinflen. Un gran partido, y un gran robo contra Inglaterra por parte de la terna arbitral.

México-Argentina. La individualidad de la albiceleste superó el repensado esquema táctico-colectivo de Javier Aguirre. Otro buen partido. Me gustaría que Callejas contratara a Maradona en miras al mundial 2014. Seguro que con tantos besitos el Pelusa hará que rindan mejor nuestros jugadores catrachos y peguen un nuevo maracanazo en Brasil. Me da pena por la afición mexicana. Uno de los países que más ha participado en copas mundiales y hasta ahora no consigue ninguna; tampoco logra pasar de los octavos por quinta vez consecutiva y, de remate, es eliminada dos veces seguidas por el mismo equipo sudamericano, eso sin duda frustraría a cualquiera. No es burla. Sabemos que cada afición del mundo le gusta tropezar con la misma piedra, es decir, su respectiva selección. En el caso de Honduras es con una pared donde muchos dejan incrustados sus dientes de oro. A esos mejor les recomiendo Wimbledon, con partidos que duran más de once horas, para ver quién cae muerto primero en el césped.

Ojalá nos siga regalando sorpresas este controvertido mundial no apto para cardíacos, ni apostadores.

Saludos

P.D ¿Italia fue al mundial?

No hay comentarios: