miércoles, enero 27, 2010

365 días de Sol


Pepe Lobo asume la presidencia con la esperanza de reconciliar a medio mundo. No cabe duda que su alegría era desbordante, asumiendo el reto de dirigir el Ejecutivo y enfrentar con optimismo la crisis. Tanto así que no parecía resentido con nadie, y es que la felicidad es un narcótico que también puede afectar el juicio. Agradeció a muchas personas, incluidas algunas que se esmeraron en apoyar la fraudulenta pretensión del Irreversible Zelaya, traidor a la patria; al mismísimo Presidente Oscar Arias que, viendo su fracaso como mediador, optó por burlarse de la propia Constitución hondureña, lo cual es una tremenda falta de respeto; y por si fuera poco, este mismo sujeto calificó al presidencial como un hombre débil, lo cual explica por que en la trasmisión televisiva se escucharon abucheos cuando Pepe lo mencionó.

A Lobo no le bastó con humillarnos así, por pura conveniencia diplomática. También dijo que combatiría la corrupción, sin embargo, en ese mismo evento presenció la amnistía para Mel, lo cual es sin duda un acto de impunidad, legal. Aunque más tarde, con su prácticamente expulsión del país, Zelaya recibió lo suyo.

Pepe apuesta por el campo en su discurso, pero eso de tener fe en un país agrario como senda al progreso económico, en pleno siglo XXI, me parece una quijotada. Dudo que alguna nación en vías de desarrollo logre salir avante teniendo como base la agricultura. Es una vieja y falaz tesis ofertada con anterioridad por otros presidentes que ha impedido el progreso de la sociedad hondureña. Por lo contrario, muchos países asiáticos apostaron por la industria manufacturera y tecnológica obteniendo resultados favorables en poco tiempo. Y si no me cree, Don Pepe, allí mismo, en aquel acto solemne, hubiera consultado al presidente de Taiwan, para corroborar que no le miento.

El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, es un hombre valiente que no teme al qué dirán … y al cómo responderán, mientras los gringos se escudan tras la conveniente ausencia, para ocultar su felicidad a Hugo Chaves.

Y hablando del hombre que le gusta proyectar su naturaleza vil y simiesca en otros, no logró derrocar a Micheletti (convertido hoy en patriota) según sus planes, que fueron hábilmente atajados. Él sabe, que en USA están esperando que comenta un desliz de esos, muy bélicos, para desbancarlo.

Independientemente de estos comentarios, espero que la administración Lobo al menos logré terminar su mandato, por el bienestar del pueblo hondureño.

Saludos.

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