El irreversible presidente que tenemos arguye que nuestra Constitución ha sido pisoteada por los grupos facticos del país; pero él, en vez de hacer que se respete, pretende, luego del ultraje a que ha sido sometida, darle el tiro de gracia y asesinarla, esto con el fin de instaurar una asamblea constituyente que redacte otra, una que emule el sistema de represión socialista y paternal que existe en Cuba, sumiéndonos en una situación peor a la actual donde todos corremos el riesgo de perder nuestras libertades individuales.
Está más que claro que el actual gobierno no posee el apoyo suficiente de la ciudadanía para tal menester, debido a su pésima administración donde las cotas de corrupción han llegado al límite de la tolerancia. Cuando al fin comienzan a funcionar correctamente las instituciones de este país en defensa de la constitución, Mel y sus secuaces se suman a los otros tantos que la han pisoteado desacatando las leyes, y por el otro lado, obedeciendo las pautas de su caudillo en Venezuela, diseñador de esta arquitectura del mal.
Los hondureños nos enfrentamos a una grave crisis política, quizá la más grande en mucho tiempo, porque el mayor grupo de poder, el Gobierno, irrespeta las leyes del país. Con la imposición de esta pseudoencuesta declarada por el Poder Judicial como ilegal, debido al contenido de su oferta, asignación y metodología, que seguramente viene amañada como el resto de su gestión pública, hace tambalear los cimientos de la democracia, porque está orillando al resto de Poderes del Estado a darle un Golpe, que podría generar cosas peores, como una guerra civil. Según la Constitución los funcionarios que pretendan modificar los artículos pétreos que resguardan la democracia, deben ser destituidos del cargo y procesadas por delito de traición a la patria.
Mel, junto con el séquito de oportunistas y mercenarios que le acuerpan, saben que su partido político también los considera unos traidores, y el resto de la población desaprueba las políticas que han implementado. Si dejan el poder, la justicia, ajena al maniqueísmo político, es funcional y los procesará sin remedio alguno. Por eso pretenden persistir en sus cargos públicos.
Las salidas o negociaciones políticas a este conflicto no son valederas, quien pacte con estos traidores se manchará así mismo. Hay que hacer valer la actual Constitución, habrá que aplicarles todo el peso de la ley en su debido momento.
Participar en este evento ilegítimo de la “encuesta de la cuarta urna” es improcedente, por eso el mando de las Fuerzas Armadas se han negado a participar y Mel ha destituido a su principal líder de forma injusta, ya que este funcionario sólo se apega a la ley, es decir, al mandato del Poder Judicial, quien tiene la potestad única de decidir qué es legal o no.
Por el otro extremo, admiro, respeto y me solidarizo con las personas que salen estos días a las calles a profesar valientemente su rechazo a esta patraña, el repudio al socialismo estatista, a la corrupción gubernamental y les brindo mi apoyo desde este humilde blog. Quizá muchos lo vemos desde distintas ópticas, con motivaciones diferentes, pero considero que la mayoría nos oponemos con firmeza a la tiranía que estos sujetos pretenden imponer.
Si hay algo positivo que Mel puede haber conseguido con todo esto, es cohesionar a la población hondureña, pero en su contra.
Saludos.
Está más que claro que el actual gobierno no posee el apoyo suficiente de la ciudadanía para tal menester, debido a su pésima administración donde las cotas de corrupción han llegado al límite de la tolerancia. Cuando al fin comienzan a funcionar correctamente las instituciones de este país en defensa de la constitución, Mel y sus secuaces se suman a los otros tantos que la han pisoteado desacatando las leyes, y por el otro lado, obedeciendo las pautas de su caudillo en Venezuela, diseñador de esta arquitectura del mal.
Los hondureños nos enfrentamos a una grave crisis política, quizá la más grande en mucho tiempo, porque el mayor grupo de poder, el Gobierno, irrespeta las leyes del país. Con la imposición de esta pseudoencuesta declarada por el Poder Judicial como ilegal, debido al contenido de su oferta, asignación y metodología, que seguramente viene amañada como el resto de su gestión pública, hace tambalear los cimientos de la democracia, porque está orillando al resto de Poderes del Estado a darle un Golpe, que podría generar cosas peores, como una guerra civil. Según la Constitución los funcionarios que pretendan modificar los artículos pétreos que resguardan la democracia, deben ser destituidos del cargo y procesadas por delito de traición a la patria.
Mel, junto con el séquito de oportunistas y mercenarios que le acuerpan, saben que su partido político también los considera unos traidores, y el resto de la población desaprueba las políticas que han implementado. Si dejan el poder, la justicia, ajena al maniqueísmo político, es funcional y los procesará sin remedio alguno. Por eso pretenden persistir en sus cargos públicos.
Las salidas o negociaciones políticas a este conflicto no son valederas, quien pacte con estos traidores se manchará así mismo. Hay que hacer valer la actual Constitución, habrá que aplicarles todo el peso de la ley en su debido momento.
Participar en este evento ilegítimo de la “encuesta de la cuarta urna” es improcedente, por eso el mando de las Fuerzas Armadas se han negado a participar y Mel ha destituido a su principal líder de forma injusta, ya que este funcionario sólo se apega a la ley, es decir, al mandato del Poder Judicial, quien tiene la potestad única de decidir qué es legal o no.
Por el otro extremo, admiro, respeto y me solidarizo con las personas que salen estos días a las calles a profesar valientemente su rechazo a esta patraña, el repudio al socialismo estatista, a la corrupción gubernamental y les brindo mi apoyo desde este humilde blog. Quizá muchos lo vemos desde distintas ópticas, con motivaciones diferentes, pero considero que la mayoría nos oponemos con firmeza a la tiranía que estos sujetos pretenden imponer.
Si hay algo positivo que Mel puede haber conseguido con todo esto, es cohesionar a la población hondureña, pero en su contra.
Saludos.
2 comentarios:
Sí, ya era hora que dijeran no a los planes imperialistas de Chavez y sus secuaces. Los que nos sentimos socialistas o socialdemocratas también tenemos el sentimiento de que nos robaron el significado de nuestro sentimiento político. ¡No a las dictaduras estalinistas!
Saludos.
Antonio:
Aquí esperamos resistir el intervencionismo de Chávez en la política hondureña.
Saludos
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