lunes, marzo 30, 2009

Tiranía de Masas


Hoy que esta de moda poner a la gente en suspenso (Quizá con el propósito de distraer la atención de la horrenda inseguridad, la inflación, el precario estado de la sanidad pública y el galopante desempleo) mediante consultas populares, es conveniente reflexionaren un aspecto.

No hablemos de una reforma constitucional que, en primera instancia, la mayoría de los ciudadanos estaríamos de acuerdo por mero sentido común. Sin embargo, conociendo la pecaminosa sagacidad de nuestra querida clase política, es importante, o mejor dicho, es obligatorio, sostener un sano escepticismo. Basta con recordar que ellos siempre ofrecen un bien para después imponer un mal. Tampoco nos fijemos en el desatino que implica semejante propuesta en un año electoral, y sin base a derecho; eso sin tomar en consideración que el Legislativo puede (y lo hace incluso) reformar la mayor parte de los artículos de la Constitución sin necesidad de armar tanto alboroto. Tan sólo no puede tocar los pétreos, para eso es necesario una constituyente ¿Y de qué tratan los artículos pétreos? por ahí van los tiros.

Sólo en la democracia hondureña se puede ver a un payaso y un cascarrabias gobernar juntos de manera tan disonante, dos expertos en todología que bucean en la más profunda cochinada; inanidad cultural que debemos ir superando.

Tampoco nos molestemos en estudiar a fondo supuestas amenazas contra la propiedad. En los 90`s la gente tiritaba al oír la palabra Privatización, hoy se presume como peligro la Nacionalización. Y es que los hondureños somos tan contradictorios a veces. Sabemos por dolorosa experiencia que el Estado es la antítesis del Rey Midas: Todo oro (empresa) que toca lo transforma en polvo, o sea, se busca una nueva guarida que de asilo a la mediocracia monopolista de los partidos tradicionales.

Haciendo a un lado estas cosas mientras ponemos la vista en el horizonte del progreso, independientemente de la animadversión que inspira el gobierno de turno, vale hacerse las siguientes preguntas:

  • ¿Nos valdrá una nueva Constitución con la misma clase política?
  • ¿Quién nos asegura que no se prostituirá?
  • ¿Podrá ser de provecho al pueblo una nueva Constitución, o por lo contrario, seguirá favoreciendo en mayor medida a los gobernantes?
  • ¿Qué deberíamos cambiar, reformar o excretar primeramente los hondureños?

Dudo que alguien en su sano juicio se pueda creer una conversión radical al populismo y al centro humanismo respectivamente. Pajeame que soy paloma.

No masturbemos el cerebro, aunque escuchemos el desafío de Chávez en boca de Mel. El asunto no radica en ganar el beneplácito de la gente común para amasar el poder en una sola persona con opción perpetua. No. Hay algo aún más nocivo que todo eso: Es la idea misma de democracia lo que está en juego. El maniqueísmo burócrata pretende inculcar un falso concepto de democracia, reduciéndola a mera imposición de mayoría.

Esto no es democracia sino Tiranía de la Mayoría. Favor Revisar el vínculo.

Y sin tienen una duda acerca de los efectos de semejante dictadura, los invito a echarle un ojo a este artículo, para que aprecien los resultados y no nos quedemos en mera retórica.

Cuando la democracia es un pretexto de la tiranía de las masas.

Saludos.

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