El otro día andaba buscando información en el Internet que me explicara de forma sencilla el problema de la crisis financiera en USA; es algo complicado para mí entender estos asuntos debido a la gran cantidad de conceptos empleados y su correspondiente complejidad. Me tope con la web de un sujeto que le pude entender, todo gracias a su particular habilidad de explicar estos temas económicos, muy buena a por cierto. Se trata de Xavier Serbia, asesor financiero y columnista de Yahoo y otros medios de comunicación. Si el nombre me sonaba, su rostro también se me hiso algo familiar.
Luego consulté uno de sus videos, con sorpresa me enteré que, en su adolescencia, el analista fue uno de los otrora integrantes del famoso grupo Menudo, eso en su época dorada. Increíble. Nunca me imaginé que alguien viniendo del incipiente medio de artistas prefabricados pudiese destacar en el plano intelectual, a lo sumo el destino sería acabar como Ricky Martin. Pero me equivoqué de tajo.
Para los chavales de hoy les diré que Menudo era un grupo musical (conformado por púberos y adolescentes) proveniente de Puerto Rico; a principios de años ochenta causaron furor entre sus congéneres gracias a las pegadizas canciones y coreografías que presentaban. Tenía seis años cuando empecé a escuchar esta extraña música y ver como mis jóvenes vecinas se orinaban por estos artistas. Quién, de aquellos años, no recuerda temas como “Súbete a mi moto” o “Quiero ser”. Surgió el fenómeno de la menuditis, una hola de fanatismo que a la larga inspiró la formación de otros grupos musicales con el mismo concepto comercial, claro, en Latinoamérica.
Por otro lado, los chavales estábamos divididos entre dos bandos con respecto a este conjunto: los que admirábamos su música, deseando de alguna manera ser como ellos, famosos y que nos llovieran las chicas por todos lados, y los que, teniendo una óptica machista, los despreciábamos por su exagerada cursilería y excentricidad, teniéndolos como unos simples mariquitas afortunados. De todas maneras, los Menudo dieron de qué hablar, dejando una huella en la historia de la generación de los ochenta, vaya década.
Como todo grupo de este tipo, a medida que fue transcurriendo el tiempo, se escucharon irregularidades: abuso laboral, sexual y drogas. Aunque Serbia niega a ver visto tales cosas en su paso por la agrupación-exceptuando algunos aspectos laborales-, ahora dice que no recomendaría este tipo de vida para los adolecentes, sino una vida más normal y moderada, según una entrevista que dio a un famoso periodista de Telemundo, si no me equivoco.
Mientras su ex-compañeros de trabajo siguen reviviendo aquellos años de gloria, viejones bailando cosas de niño, Serbiá decide ir un paso adelante con otro “fanatismo”, y vaya que concuerdo con sus ideales. Esto de las finanzas es algo sumamente importante.
Saludos
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