Ya que estamos en la semana del amor y la amistad considero oportuno comentar algo sobre las relaciones amorosas entre hombres y mujeres. Especialmente algunas que pude captar en la fauna universitaria, pues en la madurez propiamente dicha la cosa (amor) toma diferentes matices y complejidades. Soy de la opinión que si no se tiene el amor como pilar de una relación entre pareja, con tanto compromiso que esto implica (respeto, fidelidad, ayuda, etc), no tiene el menor sentido. Pero la presión social obligan al amarre forzoso, mucha gente opta por tal determinación para no verse como desadaptados o raritos y ser victimas del rechazo; aunque a la pareja le guarden el mismo afecto que al perro de la casa, o lo tome como su “peor es nada”.
Hay que tener cuidado con el tipo de relaciones que se lleva, algunas suelen ser nocivas e incluso adictivas. Ciertos tipos o estilos me parecen bastantes absorbentes a tal grado que no si en verdad es amor-a parte del sexo- o cierta dependencia de la otra persona. Centrémonos en los roles que juegan los enamorados frente al domino de la enamorada, bueno, de algunas enamoradas, no de todas:
1.-El Chambelan: Acompaña a la novia donde quiera que vaya, ya que ella es incapaz de ir sola a alguna parte. Ingresa al aula de clases con su novio, lo sienta en un pupitre sin considerar que otros estudiantes que sí están matriculados en la asignatura tienen el derecho de estar sentados, pero no, como está lleno de Chambelanes parecidos a Terminator, no queda más remedio que recibir la cátedra de pie.
2.-El Guardaespaldas: Con ese cuerpo de orangután y esa cara de perro, cualquiera diría que la chica tiene un matón a sueldo para resguardar su seguridad. El novio es capaz de enfrentarse a cualquier peligro por su novia, ya que ella no posee talento para discernir entre una situación de peligro de una de diversión. Pero claro, ahí está su galán para dar la vida por ella.
3.-El Chofer: “Amor, estoy en tal parte, vení traéme”. Frase típica. No importa la hora o el lugar que sea, el novio siempre estará ahí puntual para llevarla en su carro; qué importa dejar el puesto de trabajo sin permiso o robarse el coche del amigo. Ella es incapaz de tomar un taxi o bus para que la lleven a alguna parte. No señor, eso de que camine sola es inmoral.
4.-El Cargabultos: Un caballero no puede permitir que su dama cargue ni una pluma. Esos se mira feo en este siglo XVIII. Deberá llevarle todo, hasta la loncherita donde trae parte de sus materiales de clase. Si ella se le antoja una riña y tira el estuche al suelo, el debe recogerlo en señal de arrepentimiento y sumisión.
5.-El Detallista: A muchas mujeres les encanta los hombres detallistas ¿Lo han escuchado? en especial los detalles arriba de 400 Lempiras. Todos diferentes, por supuesto. La suma de tanto detalle al año podría financiar la compra de un BMW Z3. Eso sin contar los gastos de cine, disco y esa cosas; ni pensar que la amada debe colaborar con un cinco ¡Que falta de hombría! Pero no, la novia es considerada, el día del cumpleaños de su querido novio le dará obsequios para compensar, aunque no pase de la misma billetera, faja o la ridícula camisa a rayas de todos los años.
6.-El Asistente: Con frecuencia ciertas novias tienen que cumplir sendas obligaciones estudiantiles que, por alguna razón científicamente desconocida, no son capaces de hacer. Es raro, no pueden mover un dedo ni para prender la computadora, no sabe cómo exponer sus ideas, redactar informes, le teme al público y necesita alguien que lo apacigüe para ellas en las exposiciones. Llegan los asistentes –novios- al rescate, hacen el trabajo duro y el que requiere pensamiento abstracto. El asistente logra realizar los trabajos de química orgánica a su protegida a la perfección, a pesar de se un pobre estudiante de derecho.
7.-El Amante: Aquí vienen lo bueno. Después de tanto sacrificio, de tanta bajeza, llega por fin el momento tan esperado. Vamos pal motel de lujo. Al fin ella dejó su anticuado pudor de lado. No cabe duda que lo ama, y él lo sabe; por eso su ímpetu se erige con rectitud y tensión. De pronto, el amante se percata que el espolón amoroso se abre camino por las huestes húmedas con suma facilidad, sin presentar la esperada resistencia textil. Y para colmo, la compañera comienza a darle un sorpresivo adiestramiento en el arte del placer carnal, algo raro si lo comparamos con sus “cristianas” formas de desenvolverse socialmente.
Así pasan los años, los San valentines, trabajando como burro para sostener la relación. Casi diez años se cumplen: llegó el momento de dar el segundo y definitivo paso. Al rato, el novio recibe en su correo electrónico una carta de su novia, ahí ella le explica que tiene otro amor, que lo de ellos ya no tiene sentido, y el clásico “gracias por todo”.
Al pobre muchacho le tocó un año de ardua persuasión para poder tocarle una teta, mientras que con el otro se fue a la cama en dos semanas. Al joven le tocó esperar casi una década –lo que dura sacar la carrera universitaria aquí-para que ella tan sólo lo considerara digno del matrimonio; mientras que con el otro en seis meses de conocerlo ya tenía una fecha establecida para la boda. Así son las cosas de la vida, cuando uno va madurando, no pierde mucho tiempo en decidir. Luego vemos a estos ex-novios bajar varias libras de peso y empotrarse en cualquier bar durante semanas. Mejor no hablar de una posible reconciliación, aquí no hay mariachis costosos a media noche que valgan. Se acabo y se acabó.
Resta desearles feliz día del amor y la amistad, ahora que se corre por dar tanto detalle que refuerce la relación. Cuidado con los roles, consideremos que eso de la equidad de género no se limita solamente a forzar el derecho a un cargo gubernamental de alta importancia.
Saludos.
Hay que tener cuidado con el tipo de relaciones que se lleva, algunas suelen ser nocivas e incluso adictivas. Ciertos tipos o estilos me parecen bastantes absorbentes a tal grado que no si en verdad es amor-a parte del sexo- o cierta dependencia de la otra persona. Centrémonos en los roles que juegan los enamorados frente al domino de la enamorada, bueno, de algunas enamoradas, no de todas:
1.-El Chambelan: Acompaña a la novia donde quiera que vaya, ya que ella es incapaz de ir sola a alguna parte. Ingresa al aula de clases con su novio, lo sienta en un pupitre sin considerar que otros estudiantes que sí están matriculados en la asignatura tienen el derecho de estar sentados, pero no, como está lleno de Chambelanes parecidos a Terminator, no queda más remedio que recibir la cátedra de pie.
2.-El Guardaespaldas: Con ese cuerpo de orangután y esa cara de perro, cualquiera diría que la chica tiene un matón a sueldo para resguardar su seguridad. El novio es capaz de enfrentarse a cualquier peligro por su novia, ya que ella no posee talento para discernir entre una situación de peligro de una de diversión. Pero claro, ahí está su galán para dar la vida por ella.
3.-El Chofer: “Amor, estoy en tal parte, vení traéme”. Frase típica. No importa la hora o el lugar que sea, el novio siempre estará ahí puntual para llevarla en su carro; qué importa dejar el puesto de trabajo sin permiso o robarse el coche del amigo. Ella es incapaz de tomar un taxi o bus para que la lleven a alguna parte. No señor, eso de que camine sola es inmoral.
4.-El Cargabultos: Un caballero no puede permitir que su dama cargue ni una pluma. Esos se mira feo en este siglo XVIII. Deberá llevarle todo, hasta la loncherita donde trae parte de sus materiales de clase. Si ella se le antoja una riña y tira el estuche al suelo, el debe recogerlo en señal de arrepentimiento y sumisión.
5.-El Detallista: A muchas mujeres les encanta los hombres detallistas ¿Lo han escuchado? en especial los detalles arriba de 400 Lempiras. Todos diferentes, por supuesto. La suma de tanto detalle al año podría financiar la compra de un BMW Z3. Eso sin contar los gastos de cine, disco y esa cosas; ni pensar que la amada debe colaborar con un cinco ¡Que falta de hombría! Pero no, la novia es considerada, el día del cumpleaños de su querido novio le dará obsequios para compensar, aunque no pase de la misma billetera, faja o la ridícula camisa a rayas de todos los años.
6.-El Asistente: Con frecuencia ciertas novias tienen que cumplir sendas obligaciones estudiantiles que, por alguna razón científicamente desconocida, no son capaces de hacer. Es raro, no pueden mover un dedo ni para prender la computadora, no sabe cómo exponer sus ideas, redactar informes, le teme al público y necesita alguien que lo apacigüe para ellas en las exposiciones. Llegan los asistentes –novios- al rescate, hacen el trabajo duro y el que requiere pensamiento abstracto. El asistente logra realizar los trabajos de química orgánica a su protegida a la perfección, a pesar de se un pobre estudiante de derecho.
7.-El Amante: Aquí vienen lo bueno. Después de tanto sacrificio, de tanta bajeza, llega por fin el momento tan esperado. Vamos pal motel de lujo. Al fin ella dejó su anticuado pudor de lado. No cabe duda que lo ama, y él lo sabe; por eso su ímpetu se erige con rectitud y tensión. De pronto, el amante se percata que el espolón amoroso se abre camino por las huestes húmedas con suma facilidad, sin presentar la esperada resistencia textil. Y para colmo, la compañera comienza a darle un sorpresivo adiestramiento en el arte del placer carnal, algo raro si lo comparamos con sus “cristianas” formas de desenvolverse socialmente.
Así pasan los años, los San valentines, trabajando como burro para sostener la relación. Casi diez años se cumplen: llegó el momento de dar el segundo y definitivo paso. Al rato, el novio recibe en su correo electrónico una carta de su novia, ahí ella le explica que tiene otro amor, que lo de ellos ya no tiene sentido, y el clásico “gracias por todo”.
Al pobre muchacho le tocó un año de ardua persuasión para poder tocarle una teta, mientras que con el otro se fue a la cama en dos semanas. Al joven le tocó esperar casi una década –lo que dura sacar la carrera universitaria aquí-para que ella tan sólo lo considerara digno del matrimonio; mientras que con el otro en seis meses de conocerlo ya tenía una fecha establecida para la boda. Así son las cosas de la vida, cuando uno va madurando, no pierde mucho tiempo en decidir. Luego vemos a estos ex-novios bajar varias libras de peso y empotrarse en cualquier bar durante semanas. Mejor no hablar de una posible reconciliación, aquí no hay mariachis costosos a media noche que valgan. Se acabo y se acabó.
Resta desearles feliz día del amor y la amistad, ahora que se corre por dar tanto detalle que refuerce la relación. Cuidado con los roles, consideremos que eso de la equidad de género no se limita solamente a forzar el derecho a un cargo gubernamental de alta importancia.
Saludos.
2 comentarios:
Ja, ja, ja, ya me has alegrado el jueves. Tienes muy bien estudiada a la ganadería y has culminado una apología de la soltería el día de san valentín. Imperdonable :))
El único tipo que no he conocido de los siete es al Chambelan. Por aquí no se estila.
"Peor es nada" o, mejor mal acompañado que solo.
Mi Estimado David:
Despuès de varios meses desaparecida de tus blogs, te cuento que esta visita es inolvidable!
Has sido extenso en el tema de los roles, los cuales, como mujer te digo, son muy ciertos. Vale la pena mencionar que uno de los dos o ambos, pueden tener varios de esos roles a la vez!
Feliz Dia del Amor y la Amistad mi amigo, aunque sea tarde, y perdòn si difiero de Luis, pero creo que es mejor "sola que con mal chambelàn".
Saludos Cordiales siempre!
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