lunes, septiembre 10, 2007

Luego de Félix


Veo que la estructura urbanística de Tegucigalpa es mucho más frágil que cualquier ecosistema natural que conozco. Aquí llueve por media hora consecutiva y las inundaciones no se hacen esperar, las aguas apretujadas bajo las calles emergen con ira provocando cuantiosos daños materiales y la pérdida de vidas humanas.

Menos mal que Félix se debilitó a tiempo, sino el problema habría sido mayor, por no decir otra cosa. Tal situación no es para estar felices, en el norte del país la cosecha de desgracias no se ha hecho esperar a causa de las lluvias; en la Mosquitia es peor. Ahora falta ver si este gobierno puede hacer frente al percance, sin que por ello se pongan en riesgo todas las colaboraciones que recibe para tales fines. Ya sabemos que cuando llueve a cántaros en Honduras los tiburones salen a ver que cazan. Ojo, se trata de una especie anfibia y oportunista, capaz de sobrevivir gracias a los desastres naturales y los desfalcos estatales.

El paso del Huracán Félix les ha servido a algunos como un especie de ensayo, donde se ponen en práctica las estrategias para enfrentar este tipo de contingencias; tanto del gobierno como por parte de la gente común; debemos aprender a luchar contra los desmanes naturales, tal y como lo hacen los hijos del sol naciente en su archipiélago.

Debo confesar que las transmisiones noticiosas que cubrieron el acontecimiento a veces me confundían, por el lado del sector privado decían que el dichoso Huracán entraba de turista indeseado a nuestras tierras con fuerza, mientras el meteorólogo(?) socialdemócrata electo presidente nos relataba sus propias interpretaciones del caso. Bueno, al final, es muy difícil predecir con exactitud el comportamiento de estos fenómenos climáticos, cualquier parte pudo tener la razón de su lado.

Considero que el catracho no debe bajar los brazos en este tiempo, creo que la temporada de países en vías de desarrollo a merced de los huracanes no termina aquí.

Saludos.

6 comentarios:

Luis Amézaga dijo...

Ya saben que llegarán más. Por lo tanto la prevención es obligatoria. El gasto en infraestructuras es básico para luego no tener que lamentar. Pero las infraestructuras son obras a largo plazo, y los gobernantes son animales miopes con afán de gloria inmediata.

Ardegas dijo...

Me dio la impresión que la cobertura mediática sobre Félix, más que informar, aterrorizaba. ¿Qué opinas?

David Morán dijo...

Amigo Mickel:

Tienes razón acerca de los animales miopes. Considero que es importante hacer una debida reubicación de los pobladores que viven en zona de alto riesgo, pero ese asunto es otra odisea costosa que también incluye la colaboración de la ciudadanía en riesgo. La planificación urbanística de Tegucigalpa fue muy mala, si es que en verdad la hubo.

Ardegas:

Este tipo de eventos es todo un show para algunos medios de comunicación. El miedo es una de las emociones básicas inducidas para aumentar la audiencia y así superar a la competencia.

Tanto los Telenoticiarios privados como algunos entes del estado (COPECO, La Alcaldía…) tenía datos meteorológicos basados, si no me equivoco, de la misma fuente pero interpretados de distintas maneras, mas alguna que otra apreciación personal, formandoce una especie de disonancia informativa que me confundía en ocasiones.

Saludos

Irina Orellana dijo...

Estimado David:

Realmente que es sorprendente la fragilidad de nuestra capital. Todavía faltan muchas tormentas por venir. Dios quiera no quedemos tan expuestos. Al final, la gente más pobre es la más afectada, y como tu dices, muchos polticos de pacotilla se aprovechan de las desgracias ajenas.

Saludos cordiales siempre.

Fran Invernoz dijo...

En Latinoamérica hay mucho tiburón suelto que aprovecha los cambios del mar para salir a devorar a sus víctimas.

David Morán dijo...

Martin:

Y qué afilados son sus dientes, eso sin contar con el inescrupuloso apetito devorador que los posee.

Saludos.