martes, enero 31, 2006

¿Una nueva esperanza?


Estuve un poco alejado de este espacio por motivos laborales y de salud, ahora retorno con la esperanza de revivir esta iniciativa, espero que algunos lectores no se hayan olvidado de pasar por aquí.

En este mes enero, el cual está a punto de finalizar, han ocurrido muchos acontecimientos importantes, quizá el de mayor relevancia para Honduras sea la toma de posesión del nuevo gobierno precedido por Don Manuel “Mel” Zelaya, quien le dio el triunfo electoral al partido Liberal meses atrás, en una modesta expresión democrática.

Mel inicio su mandato rompiendo el tradicional protocolo en los actos de toma de posesión, pidió que le quitaran “Esa papada” de discurso que seguramente le habían preparado y se echó un monólogo improvisado muy interesante, pero que me costó engullir y hasta ver por algunos momentos.

Muchos presidentes han gozado de excelente oratoria. No hace mucho recuerdo que el ex -presidente Carlos Roberto Reina (Q.D.D.G) tenía muy desarrollada esta importadísima habilidad, la cual es imprescindible en la legua de un político. El caso es que Mel, hombre campechano que intenta dar una buena impresión, para mí, está por verse lo que prometió ese 27 de enero, respeto el contenido de sus palabras pero, definitivamente, no tiene la talla de ser un buen orador, no convence. Exceptuando esa frase de “Un gobierno pequeño, un pueblo grande”. Algo así lo recuerdo, no sé cómo le sonará a usted amigo(a) lector(a) dicha frase. Gracias a Dios que al Mon Cardenal Rodríguez le tocó hablar también, dejando una buena impresión en los invitados especiales.

Es interesante ver que el Príncipe Felipe de España, uno entre los invitados de honor, fue ampliamente aplaudido por el público que presencio directamente el evento, se nota que hay admiración y respeto para esta figura pública, la cual nos ha visitado en varias ocasiones. Seguro que vuelve otra vez.

Al menos Mel me deja tranquilo en un aspecto, creo que en materia de política exterior no se inclinará por el discurso desafiante y retador que intenta arrancar uno a uno los pelos de la barba del Tío Sam, eso no nos conviene a los hondureños. Confío en que sus relaciones internacionales sean prudentes, tanto del lado izquierdo como del derecho, y que su balanza se incline siempre por Honduras. Sea cauteloso Presidente Mel con algunos personajes del mundo político latinoamericano que resultan muy controversiales, los cuales van por la vida, como dice el Amigo Mickel, En un viaje a ninguna ninguna parte.

Honduras ha sido prudente en sus relaciones internacionales, claro, confieso que hemos tenido fuertes disputas con países hermanos (Nicaragua para el caso), espero que el gobierno del Mel sepa sobrellevar esta y otras situaciones. En materia de salud, el señor ministro debe idear planes que preparen al país para una posible pandemia de gripe, continuar la lucha contra el SIDA, que es una verdadera peste en nuestra sociedad. No afloje la seguridad Don Mel pues hoy mas que nunca necesitamos reforzarla. No digo nada de educación, porque tengo mis dudas con respecto a la persona que usted asignó esta importantísima responsabilidad, y recuerde, la educación es la principal forma de sacar a nuestro país del subdesarrollo.

De todas maneras, le deseo mucha suerte, a pesar de que yo no creo en ella.

Muchos saludos.

Foto de: El Mundo.com

3 comentarios:

Michi dijo...

Desde Madrid tambien os deseamos suerte...

Luis Amézaga dijo...

Seguro que os ganáis la suerte.

Respecto a la frase que mencionas: "“Un gobierno pequeño, un pueblo grande" quisiera interpretarla como que pretende reducir la burocracia, el peso del Estado, la influencia gubernamental, y dar paso a la iniciativa del pueblo, a sus expectativas, a sus proyectos privados y secundar sus interes reales por encima de los despachos. Si es ésta la interpretación correcta de la frase, me gusta, y considero que es el buen camino. Habrá que valorar sus próximos movimientos. Para eso contamos con EL CATRACHO.

Irina Orellana dijo...

Estimado David:

Creo que la mayoría de los hondureños y hondureñas, deseamos que este Gobierno de Mel Zelaya sea mucho mejor que el anterior. Se respira un aire de esperanza entre la población...y que más nos puede quedar, que la fe en Dios en que los nuevos Gobernates optarán por el bien común y los intereses de Honduras? Por supuesto, que también debemos hacer lo nuestro e involucrarnos en lo que debamos y podamos, ser verdaderos ciudadanos.

El tiempo nos hará ver si Mel, así como rompió el protocolo, rompe con otros paradigmas, con el fin de garantizar el bienestar de las mayorías.

Saludos cordiales y bienvenido nuevamente...ya nos hacían falta tus posts.