jueves, marzo 18, 2010

El Pacificador

No cabe duda que alguien en Honduras está compitiendo por el próximo premio Nobel de la Paz.

Si el Irreversible, según Lobo, tiene derecho de volver al país y gozar de todas las prerrogativas de un ciudadano común, entonces ¿Por qué lo dejó ir escapar el 27 de enero pasado? Recuerdo que aún tenía asuntos pendientes con la ley, algo que la amnistía desde luego no cubre.

Estamos de acuerdo con el Presidente -nuestro pacificador- que el esbirro de Chávez debe regresar, pero no, como asume, para abrazarse con Don Romeo Vásquez Velásquez, sino con la obligación de enfrentar un juicio justo. Sin embargo, Pepe debe reconocer el miedo que esto provoca en la Prensa; no es para menos, ya que implica una oportunidad que podrían capitalizar los habituales enemigos de la exigua libertad que aún tenemos. Enojarse tanto con los periodistas es poco saludable desde su puesto. Mejor debería ocuparse de las andanzas de su flamante director del I.N.A. Bendito gobierno de reconciliación nacional, como no.

Ya veo que al señor Pacificador le gusta andar al filo de la navaja, de todas maneras, seremos nosotros, los hondureños comunes, y no él, quieres podríamos salir heridos.

Saludos.

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