miércoles, enero 09, 2008

Muchos cambios, pero el mismo destino.



Son muchos los acontecimientos que han ocurrido en los últimos meses del recién pasado año 2007 de los cuales me hubiera dado gusto comentar en este blog pero, como expuse en una entrada anterior, me vi obligado a tomar un receso de esta tan interesante pero a veces fatigosa actividad, aunque no lo aparenta.

Así pues, del mundo político catracho siguieron los funcionarios del gobierno actual acaparando la atención mediática con sus shows de histrionismo vulgar, sus típicas contradicciones de siempre con respecto a las funciones que les fueron encomendadas, dando la impresión de estar escondiendo o despistando al pueblo acerca de sus verdaderas pretensiones políticas, pretensiones que todos ya conocemos.

En el ámbito internacional miré cosas que me impresionaron; desde el SI dado en Costa Rica, hasta el NO “pírrico” y “mierdero” que se tuvo que comer el Showman de Latinoamérica. Y hablando de arte y demagogia, en su Tour de principio de año tiene previsto hacer unas actuaciones en nuestro país, patrocinado por el partido libertino en el gobierno.

Y la Navidad como siempre, llena de un espíritu navideño castrado de su verdadero protagonista, Jesucristo. Me sorprende ver como hacen algunos para, digamos, “secularizar” esta fiesta religiosa y así poder extenderla a culturas no cristianas en todo el mundo sacandole el debido provecho monetario. Así que ahora gozamos de dos navidades que actúan y compiten entre sí: una cristiana y una meramente comercial. En la primera, los creyentes celebran el natalicio de Jesucristo a su manera; en la segunda, la “llegada de Santa Claus” con regalos para todos. Así es que la celebración es por partida doble. Para algunos.

Pero volvamos al mundillo político actual. Mel pide tiempo para hacer los respectivos cambios en su equipo; nuevos jugadores entran a la cancha, frescos, con ánimo, aunque no han sido entrenados para jugar en la posición asignada, y otros ingresan con el fin de realizar las mismas funciones de los que ya salieron, las de siempre. Eso sin mencionar que hay instituciones gubernamentales “descabezadas”, es decir, huecos en la defensa y en el mediocampo. Ah, eso si, no veo ningún cambio estratégico, al menos a favor de Honduras. Los medios informan que el fin de tanta rotación es para que brillen los jugadores que serán estrellas en los próximos comicios electoreros, mientras se resta protagonismo a la temida competencia dentro del mismo partido en el poder.

Termino ya este pequeño y anecdotico recuento reflexionando sobre lo que afecta al catracho común y a otros pueblos afines al nuestro. Vemos pues a cada gobierno que pasa por las intituciones estatales esmerarse es ser peor que el anterior, no importando su color político.

¡Cómo le cuesta a los hondureños que pagan sus impuestos mantener este circo!

Saludos.

1 comentario:

Luis Amézaga dijo...

Las instituciones deben ser incorruptibles a las personas. Pero las instituciones están formadas por personas. En ese dilema vamos manejando como mejor sabemos. Mel pasará, pero los catrachos deberían tener la seguridad de que la fortaleza del país no se vería más, aún más, debilitada.