miércoles, noviembre 23, 2005

En la recta final


El próximo domingo se celebrarán los comicios electorales, supongo que la mayor parte de los ciudadanos dispuestos a ejercer el sufragio (aquellos que se preocupan por su patria) a estas alturas tienen bien claras sus intenciones de voto.

En lo personal ya tengo decidido algunos candidatos, eso si, voto cruzado, puesto que soy un ciudadano libre que no está comprometido con ningún partido político en especial, solamente con mi patria y sus respectivos intereses. Debo aclarar que la mayor parte de los candidatos a elección popular, durante toda la recién pasada campaña política, me han convencido de casi absolutamente nada; esto, como es lógico, me produce notables sentimientos de aprensión e incertidumbre. Todavía me estrujo los sesos pensando en las casillas que debo marcar, teniendo presente esa vaga impresión de estar eligiendo por lo menos pernicioso para mi pueblo, así de simple.

Considero que votar “a la plancha” (Por todos los candidatos de un mismo partido) es cederle el poder absoluto a una determinada facción política, la cual no dudará en aprovechar tal privilegio para llevar a cabo sus intereses partidistas, los cuales no responderán precisamente a las aflicciones de las grandes mayorías, hablo en particular de los pobres, al menos eso es lo que me temo.

Para evitar la “planchada” y, también, con el afán de elegir entre la concurrida y variada oferta que me propondrán las papeletas, considero vital para el ejercicio político dar oportunidad a aquellos que seguramente harán fuerte oposición al próximo gobierno, sea quien sea. Reitero, siempre y cuando velen por el bienestar popular.

Mis opciones encierran personajes de todos los partidos políticos exceptuando a los candidatos del actual partido en el poder, el cual ha demostrado claras deficiencias a la hora de combatir la diversificada problemática nacional. Lo digo con palabras sencillas, no merecen administrar la nación por otros cuatro años.

La punta de lanza de este gobierno fue ofrecer mayores garantías en materia de seguridad, y no digo que no se esforzó en cumplir con su compromiso, sin embargo, por mas que se luchó contra la delincuencia, ésta continúa haciendo estragos entre la población indefensa e inocente. La delincuencia no es asunto exclusivo del la secretaría de seguridad, es un conflicto que involucra varios factores, entre ellos la pobreza, la falta de oportunidades laborales, educativas e injusta distribución de la riqueza. Aspectos que descuidó rotundamente el gobierno nacionalista, limitando sus esfuerzos a encarcelar a los infractores de la ley y aprobar la famosa “ley antimaras”, iniciativa que desde su nacimiento acarreó muchos cuestionamientos entre diferentes sectores de la sociedad y levantó un enfrentamiento entre el poder legislativo y judicial. He aquí un ejemplo de la improvisada forma de gobernar un país.

Veo también en el blog “Honduras y el Mundo” del amigo Johan que los debates sobre el acontecer político se ponen candentes, y es que ya están surgiendo otros catrachos que aprovechan el recurso llamado blog (bitácoras) para expresarse de forma libre y sin tapujos. Al menos sé que no estoy tan solo.

Otras notas relacionadas con el tema:
Pepe Pistolas” del blog Omar Edgardo Rivera.

2 comentarios:

Irina Orellana dijo...

Estimado David:

Totalmente de acuerdo contigo! En lo personal, este 27 de noviembre, a diferencia de otros años en los cuales he participado en las elecciones, estaré más entusiasmada por ejercer mi voto.

Sólo espero, no ser de las pocas que voten cruzado...ojala este nuevo sistema de votaciones, sea el inicio para empezar a erradicar el bipartidismo, y contar al menos, con un congreso formado por personas más comprometidas con el bien común.

Saludos Cordiales!

wilson dijo...

¡Quién me iba a decir a mi que iba a estar pendiente de las elecciones de Honduras!

A por ellos. A por la ilusión del cambio.