martes, agosto 21, 2007

Prevención


Para los habitantes de esta región la época actual se ha convertido en un verdadero martirio. El clima se ensaña contra nosotros con su fuerza demoledora, transformando nuestro progreso en una montaña de escombros. Ninguna desgracia es tan amarga como buscar al otro entre las ruinas de un sueño inacabado. La gente lleva la crudeza y el dolor en los ojos, la dignidad y la esperanza aún palpitan en sus pies descalzos que prosiguen la marcha.

Hay quienes tienen la oportunidad de ser solidarios, de ser más humanos. La naturaleza sólo respeta el cambio; por el contrario, el ser humano, persigue la propia conservación como especie.

El terror y las desgracias recientes del Perú son un llamado de alerta al pueblo catracho, una experiencia aleccionadora. ¿Estamos preparados para enfrentar una acción tan devastadora como esa, al menos, en la medida que humanamente es posible?

La gente normal aprende viviendo sus propias experiencias, el genio, ese error de la naturaleza, se anticipa al las mismas con su pensamiento, mientras, ensaya probabilidades pues no es inmune al fracaso.

El terror puede agarrarnos desprevenidos, es necesario no estar completamente desarmados.

Saludos.


1 comentario:

Luis Amézaga dijo...

Preparados para amortiguar lo inevitable. La naturaleza no se doma. La especie humana quizá sólo sea un episodio más.